Don Gregorio Elso Pérez Perdigón, uruguayo de 72 años, fue el mejor entrenador que tuvo Universitario de Deportes en los últimos 10 años, no por lo que ha logrado, puesto que solo pudo estar a cargo del equipo por 6 meses, pero sí por lo que representa y demuestra al momento de hablar, dirigir y transmitir, sin duda, un caballero en todo el sentido de la palabra, tierno como un abuelito, sabiondo como un experimentado y alma de líder, todas esas cualidades poseía el buen Goyo, que, por la lucha entre dos administraciones que solo buscan su propio beneficio, tiene que dar un paso al costado sin completar el proyecto que tanto le ilusionaba.

Hace dos días, la administración concursal de Universitario, representada por Carlos Moreno, emitió a través de sus redes sociales, el comunicado en el que confirman la salida del estratega uruguayo del club merengue, dando a entender que se trató de un mutuo acuerdo entre las partes, y que la razón principal, es el cuidado del estado de salud del entrenador, quien pertenece a la población vulnerable de la pandemia mundial por el coronavirus.

Pero Universitario pierde mucho más que solo un DT o un comando técnico, pierde un capitán de barco, que comandaba una posible gran campaña de los cremas después de muchos años e ilusionaba al hincha con el título nacional, alguien que entendió perfectamente lo que era dirigir un club como la U, sabía lo que representaba y donde debía estar siempre, su estilo de juego iba acorde a la historia e identidad del club. Sus números si bien no son perfectos, marcaron un gran comienzo en el torneo apertura.

Los jugadores charrúas Jonathan Dos Santos, Luis Urruti y Federico Alonso fueron refuerzos pedidos exclusivamente por Gregorio Pérez, pero su salida del club no siginifica que ellos también lo hagan, así lo confirmó el mismo ex entrenador en una entrevista para un medio local: “No tiene nada que ver una cosa con la otra. Ellos tienen que continuar porque tienen un contrato vigente”, respondió el estratega, con lo cual se entiende que los tres jugadores mencionados tienen que regresar a Lima.

Finalmente, concluyo esta nota lamentando que un grande como Gregorio Pérez deje el fútbol peruano, nuestro alicaído balompié requería de más profesionales como él o como Pablo Bengoechea, profesionales a carta cabal y personas que sin duda alguna, llegaron para sumar a nuestro país, espero que lleguen y se formen grandes profesionales, para que nuestra liga crezca y sea mucho más competitiva a nivel internacional, pero realmente nos lo ganamos, mientras los clubes sean manejados por gente incapaz, que no entienda ni un poco del daño que le hacen a los equipos, pasarán muchas más de este tipo de cosas, pareciera que no nos merecemos tener gente profesional y buena como lo es el profesor Pérez, ojalá algún día, todo cambie para bien.

La pelotita empezará a rodar el 31 de Julio, así lo confirmó la Federación Peruana de Fútbol a través de sus redes sociales, veamos como se desarrollará y si será lo suficientemente equitativo para los 20 equipos del torneo.

Primero hay que saber que todo el resto de la competición se realizará en Lima, es decir, equipos como Binacional, Cienciano, Cusco FC o Sport Huancayo, no podrán aprovechar la altura que tenían en sus respectivas localidades, desde ahí ya se presenta como una desventaja para esos clubes, ya que en nuestro país tan diverso geográficamente, hay equipos que consideran una ventaja adicional a jugar de local, ya sea por calor sofocante de la selva y el norte, o el cansancio doble que produce jugar en la altura. Pero también está claro que no había otra opción, Lima es la capital, la ciudad con más equipos participantes (7), la que tiene más estadios o canchas en mejores condiciones y la que tiene manejos de logística más accesibles, pero a su vez es la ciudad con más contagios por Covid - 19.

Torneo apertura: Todo igual

El torneo apertura se paralizó con 6 fechas transcurridas, y se va a culminar con total normalidad las 13 fechas que restan, en ese sentido es algo positivo, ya que no se desperdicia la buena labor hecha por los equipos que pelean en la parte alta de la tabla, y no se beneficia a los equipos que no la pasaron bien en la primera parte del año.

Torneo Clausura: Liguillas pares e impares

En el clausura se producen los cambios, al culminar el apertura se hará una repartición de los clubes en dos grupos de diez, según el puesto que obtuvieron en el primer torneo, pares a un grupo e impares al otro, es decir: el 1ro con el 3ro, el 5to, el 7mo, y así sucesivamente, mientras que en el otro grupo estarán el 2do, el 4to, el 6to, etc…

Se van a jugar 9 fechas donde se enfrentarán todos los equipos de cada grupo, cuando culminen todos los partidos, los primeros de cada grupo se medirán por el título del torneo clausura. Así tendremos a los dos ganadores de ambos torneos. Creo que es una gran opción, similar al formato del torneo en años anteriores.

Play off: Semifinales y Final

Luego vendrán las semifinales, en donde se enfrentarán los campeones del apertura y clausura, además de los 2 mejores equipos del acumulado (la suma de puntos del apertura y clausura, si alguno de los campeones también se encuentra dentro de los 2 mejores del acumulado, este equipo clasificaría directo a la final), de esas dos llaves salen los finalistas y lucharían por ser campeón nacional 2020. Cabe mencionar que tanto las semifinales como la final son a partido único.

Descenso: ¿Cuántos descienden?

En la parte baja también hay un cambio, pero este cambio es solo si se anulan los dos torneos de ascenso que se realizan cada año, la liga 2 y la Copa Perú. Aún no se confirman si van a jugarse esas competiciones. Así que, si se juegan ambos torneos bajarían cuatro equipos, como era desde un inicio, si solo se juega uno de ellos, bajan tres, si ambos son cancelados, solo descienden dos equipos.Así se va a desarrollar el resto de la Liga 1 2020, a mi parecer es una opción bastante equilibrada, ante las complicaciones que hay con los vuelos, reunir a todos en Lima es lo único que se puede hacer, mientras todos los clubes tengan todas las comodidades y horarios de entrenamiento por igual, el torneo no dejará de ser competitivo, sin público, los equipos grandes no sacarán provecho de sus hinchadas, serán solo 11 contra 11, pero esa es mi humilde opinión, ustedes pueden sacar sus propias conclusiones.

Sin duda alguna, una de las razones por las que el fútbol es un espectáculo, es el comportamiento de los hinchas en el estadio, sus cánticos ingeniosos, sus incesantes saltos en la tribuna, los mosaicos creativos que se despliegan en todo el recinto, el color, la vida, y sobretodo una motivación extra a los jugadores, tanto para los locales como visitantes, que sacan una nueva recarga dentro de sí para dar mucho más durante un partido. Pues, todo lo descrito anteriormente, será imposible de ver o vivir hasta el próximo año (en el peor de los casos), pues la medida principal para evitar el contagio del coronavirus es el distanciamiento social, es decir, tener al menos dos metros entre una persona y otra, con lo cual, resulta impensado tener a 10, 20 o 50 mil personas en un mismo lugar.

El que diga que el fútbol es lo mismo sin los hinchas, está totalmente equivocado, ¿Afecta el rendimiento de los jugadores? Pues para muchos de ellos, el hecho de jugar en un equipo grande, te acostumbra a jugar con una multitud alentándote los noventa minutos, entonces, el cambio drástico de jugar sin público resulta impactante en su motivación espiritual para afrontar un cotejo competitivo, sin embargo, existe otro grupo de futbolistas que no se siente afectado por el cambio, principalmente porque los clubes en los que juegan, no llevan grandes cantidades de gente a los estadios en condiciones normales, y es lógico, si ponemos un ejemplo en nuestra Liga 1, no es lo mismo jugar en Alianza Lima, Universitario o Sporting Cristal, equipos que tienen barras organizadas de gran afluencia de gente, que llevan entre 5 mil a 30 mil personas cada fecha, que jugar (sin ofender) en San Martín o Cantolao, equipos que no alcanzan ni el centenar de personas en sus partidos de local, la presión es totalmente distinta, tanto mediática como en lo profesional y psicológico.

Así como el fútbol mueve masas, también mueve colosales cantidades de dinero, en taquilla por el precio de las entradas, en publicidad estática del estadio, los sponsors de los 22 jugadores, los derechos de transmisión televisiva y los distintos tipos de mercancía ambulante que se venden durante los partidos, toda esa suma sirve para mantener con estabilidad económica a los clubes y solventar sus gastos en salarios de jugadores, comando técnico, personal administrativo y de mantenimiento, divisiones menores, luz, agua, y demás servicios de primera necesidad.

El detenimiento de las actividades ha generado una pérdida importante de dinero para los clubes, los cuales tuvieron que tomar medidas drásticas para no sufrir con demasía las consecuencias, la principal estrategia es la reducción salarial, totalmente legal dentro del marco de los derechos laborales de cualquier trabajador, si es que hay un acuerdo de ambas partes, sin embargo, existen casos en los que se aplicó la suspensión perfecta de labores a todo el personal del que el equipo es responsable, es decir, no pagarles ni un centavo de su salario correspondiente hasta que las actividades se reanuden, algo que, sin duda, ha generado malestar en todos los trabajadores de esos clubes, quienes están en todo su derecho de hacer valer el cumplimiento de su salario, sea recortado o no, pero claro, los equipos peruanos no estaban preparados para enfrentar este momento tan difícil. Ante estas complicaciones, se debería pronunciar el máximo ente del fútbol profesional peruano, la Federación Peruana de Fútbol es una entidad autónoma, no se rige por el estado, y si hay algo que les sobra, es dinero, que ellos mismos se hagan cargo del problema de los clubes más necesitados, y programen todo el protocolo para que el fútbol vuelva en las mismas condiciones para todos, felizmente, ya se están realizando diferentes reuniones virtuales para decidir en democracia las medidas que se tomarán para el regreso de nuestro fútbol.

Si nos referimos al juego en sí, los jugadores también han tenido que adoptar distintas costumbres para que el fútbol vuelva a la "normalidad", y lo pongo en comillas porque ahora el fútbol se ha "anormalizado", ya no se entrena igual, se intenta jugar igual y hasta se celebra de manera distinta.

La primera liga del mundo en volver fue la Bundesliga alemana, el pasado 16 de mayo, justamente con el derbi de Ruhr entre Borussia Dortmund y Schalke 04, y el primer gol con el que inició la posterior goleada por 4 a 0 del Dortmund sobre el Schalke, fue del delantero noruego de 19 años Erling Haaland, a los 29 minutos del primer tiempo, unos segundos después, se dio un hecho impactante para el mundo del fútbol, pues normalmente un gol se celebra con mucha euforia y con todos los compañeros compartiendo un gran abrazo, felicitándose por su buena labor para llegar al gol, pero en esta ocasión, más como un mensaje que por implementar un distanciamiento social (ya que el fútbol es un deporte de contacto, y en casi media hora de juego ya los jugadores mantuvieron contacto en sus fricciones para recuperar el balón), Haaland se ubicó al menos a tres metros de distancia sobre sus compañeros, para luego hacer un pequeño baile de celebración, los otros jugadores "respetaron" el distanciamiento social, ubicándose en fila y aplaudiendo al autor del tanto, un hecho que -al menos para mí- quedará grabado en mi memoria para siempre.

En el presente mes se van a reanudar las principales ligas de Europa, a excepción de la francesa, todos ya tienen fecha para su retorno (el resto se intercalan entre las que ya se dieron por terminadas y las que van a continuar):

Liga de España: 11 de junio

Liga italiana: 20 de junio

Liga inglesa: 17 de junio

Liga francesa: terminada - Campeón PSG

Liga portuguesa: 3 de junio

Los entrenamientos presenciales también tuvieron que volver de a pocos, y los que aún no lo hacen, entrenan bajo una rutina de ejercicios encomendada por el comando técnico a los jugadores de manera virtual, para que no bajen considerablemente en su rendimiento físico y técnico.

Pues nadie lo sabe, lo más lógico y seguro es que sea cuando haya alguna vacuna para el Covid - 19, que te garantice que serás inmune a cualquier tipo de contagio, solo así, se podría determinar el regreso al 100% de la gente en los estadios, de lo contrario, solo sería una ingenuidad completa.

Desde inicios de año, quien se perfilaba para hacer mejor las cosas futbolísticamente era Sporting Cristal, ya que, el club cervecero tuvo la capacidad tanto económica como intuitiva de traer a dos elementos que fueron indispensables en su obtención del torneo de verano, hablo del entrenador chileno Mario Salas y del goleador del campeonato hasta el momento, Enmanuel Herrera.

El técnico influyó mucho en el plantel, se pudo notar en el sistema que los celestes emplean dentro del campo de juego, mucha intensidad, presión alta y posesión del balón, además de repotenciar piezas claves en el equipo que parecía que se habían perdido con el pasar de los años, Jorge Cazulo volvió a la posición donde mejor rendía (volante de contención) y Josemir Ballón alcanzó el nivel que lo llevó a la selección peruana en su momento, esta nueva idea de Salas le dió resultados inmediatos a Sporting Cristal, de los 14 partidos que disputó en el torneo, 10 los ganaron, empataron 3 y apenas perdieron uno, sin duda alguna, fue una máquina celeste.

Otro gran artífice de la buena campaña que viene realizando el equipo es el nueve, Herrera ha sido uno de los más grandes aciertos como refuerzo extranjero de Cristal de los últimos años y me atrevería a decir de la última década, el argentino ha disputado 19 partidos oficiales con el club (contando copa Sudamericana) y suma hasta el momento 20 goles, es decir, te asegura al menos un tanto por partido, claramente es el principal arma de gol para Mario Salas.

No es casualidad que los celestes se hayan llevado con algo de facilidad el primero torneo del año, una institución que trabaja seriamente en todos los aspectos que el fútbol requiere puede esperar más cosas buenas que malas, un claro ejemplo que varios clubes del país deberían seguir si planean crecer futbolísticamente.